martes, 23 de febrero de 2010

POR LOS PELOS - TRICOMAS FOLIARES DE Q. VIVERII



El estudio de los tricomas foliares de nuestros árboles se convierte en la solución científicamente más aceptada a la hora de realizar una clasificación taxonómica fiable del género quercus, en el cual la morfología foliar a menudo puede llamar a engaño.

El tricoma foliar es el indumento o pilosidad que encontramos en el envés y a menudo también en el haz de las hojas de numerosos árboles destacando las quercíneas y las salicáceas, aunque los encontramos abundantes en algunos arbustos como el avellano, los serbales, el cornejo y el cotoneaster y en hojas juveniles de casi todas las especies (castaño, fresno, haya...) cayendo pronto o permaneciendo de manera muy escasa.

Su función depende de la especie, en algunas mejora el intercambio gaseoso, en otras funciona como pantalla que refleja los rayos solares, en otras sirve para retener la humedad en estaciones secas, en otras forma estrías en la superficie foliar que aumentan su capacidad de fotosíntesis

La presencia de tricomas foliares es independiente de la idea de género y se establece más a nivel de especie, esto es, especies de un mismo género pueden tener o no tener tricomas foliares (p ej encina de hojas muy pubescentes y coscoja de hojas muy glabras)

La hoja sin tricomas foliares o con tricomas escasos se denomina glabra o en su caso parcialmente glabra

El estudio del indumento foliar del roble pedunculado de la Fuente del Arco sitúa a dicho arbol como un híbrido resultado de una mezcla en la que participa:

- entre un 35 y un 50 % de Quercus canariensis
- entre un 20 y un 30 % de Quercus faginea ssp broteroi
- entre un 25 y un 35% de Quercus robur ssp pedunculata

En la imagen se ilustra el estudio de los tricomas foliares del roble de la Fuente del Arco realizado por el profesor Alexis Rossell

No hay comentarios:

Publicar un comentario