lunes, 17 de octubre de 2011

PRIMERAS FOTOS DEL ROBLE DE MONTANCHEZ


Vista general de lo que queda del carballo



Vista del tronco que está ahuecándose prematuramente


Follaje del carballo


Muchas hojas se parecen visiblemente a las del melojo


La esperanza en forma de rama vigorosa








Hoy lunes pude, con la ayuda del Agente de Medio Natural de la zona, contemplar por fin la hermosa aunque bastante dañada estampa del legendario roble carballo de Zarza de Montánchez, auténtico tesoro del pueblo, olvidado por la administración regional pero muy querido entre los vecinos de la zona.


Digo olvidado por que:



- Aunque se está avanzando mucho en la detección y eliminación del taladro o Cerambix welensii por medio de trampas de vuelo, no se aplica en estos casos donde su uso es urgente



- A sabiendas de que es muy posible hallar más ejemplares por la zona (los mismos lugareños los citan) no se establece su búsqueda.



- Por último ni mucho menos se están clonando ejemplares para conservar su genética ni siquiera se tiene planeado hacerlo en el futuro (conservar su simiente no es posible puesto que la semilla es recalcitrante).



Así que nadie hace nada, ni técnicos, ni autoridades hacen nada mientras los últimos carballos estremadurensis poco a poco van desapareciendo de nuestros campos extremeños, andaluces y castellano-manchegos.



Pero que los árboles no nos impidan ver el bosque y pasemos al ejemplar en cuestión: éste manifiesta cierto grado de hibridación con Q. pyrenaca lo cual puede ser debido a introgresión, posibilidad que se refuerza dado que por la zona no abunda el melojo, o más seguramente a la hibridación mas propiamente dicha entre un ejemplar de carballo puro y los melojos que posiblemente habitaran el valle del Tamuja mucho antes de que el hombre potenciara encinas y alcornoques en detrimento de sus mucho menos productivos parientes caducifolios.



Amén de su carácter hibridógeno es objeto de polémica su espontaneidad, polémica que debemos atajar pronto pues es origen de que estos ejemplares sean despreciados y condenados al abandono mientras se destinan importantes partidas a mantener encinas singulares representantes de una especie más que abundante en la región. Las razones para zanjar de plano la polémica es la amplia distribución de estos insólitos ejemplares. Ya tenemos citas de su existencia en la Raya extremeña (Zona de Alcántara), Montes de Toledo (Sierra de Montánchez), en Sierra Morena (Jerez de los Caballeros y Córdoba) y también los tenemos en Sierra Madrona (tramo alto del rio Robledillo) y en Castellón (Baix Maistrat, según Aparicio, J.M. y Uribe-Echevarria,P.M. revista Toll Negre vol 5, 2005) y a buen seguro aparecerán más y más citas, lo que no hace sino poner en evidencia que no son producto del capricho de nadie que las ha plantado puesto que esto podría pasar en uno o dos lugares pero nunca en tantos y tan dispares sitios, ora alejados de los núcleos de población, ora cerca de ellas; ora inmersos en el agro, ora perdidos entre las sierras.

jueves, 24 de junio de 2010

IBERIS UMBELLATA

















En el entorno del singular roble del arco una rareza botánica de gran belleza, la Iberis umbellata, todo un placer para los sentidos

sábado, 5 de junio de 2010

PLANTAS DE RIO PLANTAS DE MONTAÑA

la humedad edáfica de las riberas del río Guadalquivir y del arroyo del Molinillo nos permite disfrutar de las plantas por un lado especializadas en soportar las riadas, aluviones y desecaciones de un río con claro estiaje como el Guadalquivir y por otro lado de las plantas megaforbias propias de zonas permanentemente húmedas de los arroyos encajados en las montañas.

Uno de esos megaforbios es el Delphinium pentagynum en un regazo del arroyo del Molinillo



















En ambientes parecidos del Guadalquivir las ranunculaceas no hacen acto de presencia pues no soportan las cambios drasticos de la humedad edáfica, podemos encontrar sin embargo, escrofulariaceas como la verónica.

Mientras, en la montaña, la familia de las escrofulariaceas está bien representada por el jopo (Orobanche sp) o por la escrofularia (Scrophularia nodosa)









En los rios se acrecenta el número de especies de labiadas como la mentha, el poleo, el mastranzo o el lycopus europaeus
















Las leguninosas reptantes son abundantísimas, más escasa se hace la oreja de liebre (Scorpiurus muricatus) que está adaptada a suelos más compactados y soleados















Entre las monocotiledoneas las riberas acumulan una gran diversidad en la primera banda, en las posiciones más próximas al agua donde la enea, el junco, la espadaña...etc comparten refugio con el mas ancestral Sparganium erectum
















Las monocotiledoneas mas exhuberantes del monte son, sin embargo, las orquideas, aunque igualmente los espartos (Stipa sp), el lastón (Brachypodium sp), o incluso otras monocotiledoneas menos conocidas como la zarzaparrilla (Smilax aspera), el rusco (Ruscus aculeatus) o la esparraguera (asparagus sp) pueden alcanzar una grna vistosidad




















La orquidea Orchis langei crece en las cercanias del roble de la Fuente del Arco, cuya descendencia como vemos acusa la herencia de Quercus robur extremadurensis en numerosos brinzales




domingo, 25 de abril de 2010

MAS FOTOS MALAS ABEJARUCO, TREPADOR, SERAPIAS Y ARMERIA

Estas fotos son del III curso de las aves ibéricas de SEO Córdoba que resultó un éxito de asistencia, nivel de las ponencias y organizacion. Por este orden, Merops apiaster, Sitta europaea, Serapias lingua (¿cordigera?) y Armeria capitella




lunes, 8 de marzo de 2010

HYPERICUM DUDOSO

Este hipérico me trae por la calle de la amargura, parece undulatum pero el contorno de las hojas no es "undulatum" ¿podría ser tetrapterum?, parece que tiene tomento, pero no se parece en nada a tomentosum ni a elodes. Espero que, a pesar de lo cutre de la foto, alguien sea capaz de sacarme de dudas, que me consta que esto lo leen grandes botánicos.

viernes, 5 de marzo de 2010

SUBIDA A LA FUENTE DEL ARCO

Se me ocurrió ayer como quien no quiere la cosa subir de nuevo a la sierra andando, totalmente desprovisto de vehículo, en total 2 horas y media de caminata para ir y lo mismo para volver (aunque se agradece la continua cuesta abajo a la vuelta). Por el camino se observaron golondrinas, carboneros, arrendajos, y toda suerte de cantos de pájaros que en los castañares abrumaban por su variedad y también por que no decirlo agresividad ante los extraños. El camino era se puede decir caudaloso, el agua tenía poco con las impresionantes chorreras y bullía tambien camino abajo por entre las pedrizas dejando escaso margen al caminante


Una vez arriba el paisaje invernal se mostraba en toda su belleza
Castañares, quejigares, alcornocales, los 10 kilometros de camino ascendente sobre pedregales inmisericordes de la cuesta del
reventon habían merecido la pena, desde aqui un llamamiento
a que se arregle la cuesta al menos en un ancho que permida
poder recorrerla sin tener que recurrir despues al traumatologo




Los caducifolios ofrecen a estas alturas su imagen mas fantasmagórica, desprovistos por completo de hojas y alzándose entre la neblina























La humedad nos regala en marzo la posibilidad de observar hongos, si bien perdimos la ocasión de ver setas en un otoño tan seco, los hongos oportunistas saprófitos e incluso epífitos nos sugieren formas caprichosas. Crecen por doquier los hongos filiformes que se alojan en las pequeñas ocquedades de los árboles recreando un paisaje karstico con multitud de estalactitas, es la Clavulina cinerea


















En los árboles los hongos epífitos se agarran a las ramas, en este caso la tremela (Tremella mesenterica), un hongo gelatinoso, que evidencia pudrición, ofrece formas caprichosas y una coloración fascinante cuando borta de las ramas de los árboles donde unicamente puede sobrevivir mientras la humedad se mantiene muy alta























Para finalizar el roble de la Fuente del Arco espera generoso al visitante y aún en el rigor del invierno nos regala sus hojas secas que con sus formas totalmente inusuales en estos campos sureños dan testimonio de una córdoba más húmeda y sobre todo de un clima más regular y no como el que ahora sufrimos donde las sequías de mas de 6 meses se alternan con riadas, inundaciones y crecidas de ríos como nunca se han visto